El hecho de violencia ocurrido en Puebla, donde se encontraron bolsas con cuerpos humanos desmembrados y un mensaje amenazante del “Comandante Diablo”, refleja una creciente preocupación por la seguridad en la región. Este tipo de actos delictivos, que incluyen amenazas y ejecuciones, son indicativos de la lucha entre grupos criminales por el control del territorio y las actividades ilícitas, como la extorsión.
La aparición de los cuerpos desmembrados en plena vía pública, junto con la presencia de una motocicleta y un mensaje que desafía a otros grupos armados, subraya la brutalidad de la violencia en la zona. La advertencia de "limpiar" a quienes extorsionan a trabajadores locales sugiere que el grupo detrás de este mensaje busca posicionarse como la autoridad en el área, a través del miedo y la intimidación.
Las autoridades han sido cautelosas al confirmar la identidad de las víctimas, lo que puede ser difícil en incidentes tan violentos. Este suceso se suma a otros reportes de violencia en Puebla, donde el crimen organizado ha mostrado un aumento en su actividad, generando un sentido de inseguridad en la población.
Es fundamental que las autoridades refuercen las medidas de seguridad y se implementen estrategias eficaces para combatir la impunidad y restaurar la confianza de los ciudadanos en las instituciones encargadas de su protección.