El artículo reporta que empleados del gobierno del estado de Morelos fueron forzados a participar en un evento en la Ciudad de México para celebrar los siete años del Movimiento de la Cuarta Transformación, liderado por Claudia Sheinbaum. Se menciona que la gobernadora Margarita González Saravia y su equipo asistieron como muestra de apoyo al gobierno federal.
Los testimonios indican que la participación fue obligatoria en varias dependencias, donde se utilizó la presión de estar en "puestos de confianza" para que los trabajadores asistieran al mitin. Se dispusieron autobuses de transporte público para trasladar a los participantes, incluyendo a beneficiarios de programas sociales, bajo la premisa de que su asistencia era necesaria para continuar recibiendo apoyo.
Los puntos de reunión para los participantes se ubicaron principalmente en Cuernavaca, y se les proporcionaron gorras con mensajes que apoyaban el movimiento. Muchos empleados fueron convocados desde temprano en la mañana para asegurar su llegada al evento, que tuvo lugar en el Zócalo de la Ciudad de México.
Este tipo de organización y movilización ha suscitado críticas sobre la coerción ejercida sobre los empleados públicos y la instrumentalización de programas sociales para fines políticos.