El proceso de selección para el titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en Puebla ha estado marcado por controversia y acusaciones de favoritismo. En esta ocasión, el Congreso, dominado por los partidos aliados a la 4T, está considerando a dos finalistas: Rosa Isela Sánchez Soya y Marco Antonio Moreno Rosado. A pesar del amplio apoyo en redes sociales y entre defensores de derechos humanos hacia Moreno Rosado, conocido por su activismo en derechos reproductivos y de sexualidad, parece que la selección está inclinándose hacia Sánchez Soya, quien es vista como cercana al gobernador electo, Alejandro Armenta Mier.
La diputada priista, Delfina Pozos, ha criticado el proceso, sugiriendo que se ha diseñado para favorecer a un candidato afín al nuevo mandatario. A pesar de que varios candidatos con una larga trayectoria en la defensa de derechos humanos participaron, el comité legislativo dio la mayor calificación a Sánchez Soya, evidenciando un aparente desinterés por las competencias reales en derechos humanos.
Las evaluaciones de la presentación de Sánchez Soya indican que su desempeño fue considerado débil, con críticas hacia su falta de substancia y conocimientos sobre el tema. En contraste, otros candidatos con notable experiencia parecieron ser pasados por alto. La elección está programada para este miércoles, lo que genera expectativas y preocupaciones sobre el futuro de los derechos humanos en Puebla bajo su eventual liderazgo.