El documental "Ahora la luz cae vertical", dirigido por Efthymia Zymvragaki, explora complejas dinámicas de violencia y sanación a través de la vida de Ernesto, un hombre con un pasado violento que busca contar su historia. Zymvragaki utiliza su conexión personal con la violencia paterna para abordar el tema, creando un espacio donde el cine se convierte en un medio de confrontación y reflexión.
A lo largo del filme, Ernesto revela sus ataques de ira y el dolor que ha causado en sus relaciones, al mismo tiempo que comparte su propia historia de abuso. Este enfoque no busca justificar al abusador, sino que ofrece una ventana a su interior y las circunstancias que lo llevaron a este comportamiento. A través de su trabajo, Zymvragaki aborda la violencia desde una perspectiva diferente, buscando el amor y la comprensión en lugar de perpetuar el ciclo de culpa y odio.
La realización del documental es poética y reflexiva; se presenta como un diario íntimo que invita al espectador a navegar entre la violencia y el deseo de redención. Zymvragaki, con su formación como psicóloga, se mantiene alerta a los riesgos de caer en el psicodrama mientras documenta este viaje, lo que añade una capa de complejidad a su narrativa.
El título del documental, "Ahora la luz cae vertical", se revela al final como una metáfora de la verdad y la iluminación que surge de la confrontación con el pasado. Zymvragaki, al dar voz a Ernesto, se enfrenta a sus propios fantasmas, lo que provoca un viaje de autoexploración que trasciende el acto de hacer cine, convirtiéndose en un proceso de sanación mutua. La obra desafía al espectador a reflexionar sobre la violencia, la culpa y la posibilidad de redención, presentando una narración multidimensional sin caer en el sensacionalismo.