Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, ha hecho su aparición pública en un momento relevante, coincidiendo con el primer informe de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. Su presencia fue notable dado que había estado ausente de otros eventos importantes de su partido, Morena, debido a unas vacaciones que tomó en Tokio, Japón.
Durante su tiempo en el extranjero, López Beltrán no asistió a reuniones clave, incluyendo una asamblea del Consejo Nacional de Morena, lo que generó críticas, especialmente porque ocupa un cargo que le confiere responsabilidades y que está financiado por el presupuesto público. A pesar de las controversias generadas por su viaje, publicó una carta donde se defendió afirmando que había costado el viaje con sus propios recursos, aunque esto no ha calmado las críticas de la oposición.
La presidenta Sheinbaum ha enfatizado en repetidas ocasiones la importancia de ejercer el poder con humildad, un mensaje que resuena con el discurso de López Obrador. No obstante, la decisión de viajar a un lugar tan distante y costoso ha sido objeto de controversia, con muchos ciudadanos en México enfrentando situaciones económicas difíciles, lo que ha llevado a cuestionar la desconexión entre los líderes políticos y la realidad de la mayoría de la población.