El gobierno de México está tomando medidas proactivas ante las amenazas de Donald Trump de implementar un plan de deportación masiva de migrantes indocumentados una vez que asuma la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero. Para enfrentar esta situación, se instalarán 25 nuevos albergues en los estados fronterizos, con una capacidad total para recibir hasta 2,500 connacionales.
La Secretaría de Gobernación (Segob), bajo la dirección de Rosa Icela Rodríguez, está liderando esta iniciativa en colaboración con los gobernadores de los estados fronterizos, a excepción de Chihuahua, cuyo gobernadora, Maru Campos, no participó en la reunión virtual sobre el tema. Este esfuerzo es parte de una estrategia más amplia impulsada por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, para anticipar y mitigar las posibles repercusiones de las políticas antimigrantes que podrían implementarse en Estados Unidos.
Mientras tanto, el canciller Juan Ramón de la Fuente ha viajado a Estados Unidos para reunirse con cónsules y abogados que brindan servicios legales a migrantes mexicanos, instándolos a estar preparados para enfrentar las nuevas políticas que se avecinan. Estas acciones reflejan un esfuerzo coordinado para proteger a la comunidad mexicana tanto en Estados Unidos como en su regreso a México.