El trágico suceso ocurrido en Morelia, Michoacán, involucra el hallazgo de los cuerpos de dos elementos de la Fiscalía General de la República (FGR), quienes habían sido privados de la libertad. Los agentes, identificados como el comandante Sergio Esquivel Zaval y el policía investigador Omar Maldonado Susunaga, ambos de 47 años, presentaron señales de tortura y lesiones por disparos de arma de fuego. Sus cuerpos fueron localizados en diferentes puntos a lo largo de la carretera que conecta Apatzingán y Buenavista.
Los agentes estaban asignados a investigaciones en la región de Tierra Caliente y fueron capturados mientras se transportaban en una camioneta oficial que aún no ha sido encontrada. Las autoridades han iniciado indagaciones para determinar las circunstancias de este doble homicidio, aunque hasta ahora no han revelado información clara sobre las líneas de investigación.
Además, horas antes del hallazgo de los cuerpos, se registró un enfrentamiento en la comunidad La Batea entre fuerzas de seguridad y miembros de un grupo delictivo, donde dos delincuentes fueron abatidos. Este entorno de violencia resalta la complejidad de la situación de seguridad en la región, marcada por actividades criminales y la constante confrontación entre las fuerzas del orden y grupos delictivos.