Lamentablemente, el asesinato del arquitecto Sergio Hugo Ureiro Castañeda, activista destacado por la defensa de espacios públicos en Tlapa, refleja un preocupante aumento de la violencia en ciertas regiones de México. Ureiro Castañeda, quien lideró el movimiento para recuperar la Plazuela de los Cántaros, fue asesinado a balazos mientras estaba en su camioneta en una gasolinera.
El crimen ha provocado una fuerte reacción de organizaciones de derechos humanos, como el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, y de la comunidad local, que demandan justicia y un freno a la ola de violencia. La noticia de su muerte también impactó a su familia, en particular a su hermana Verónica Ureiro, quien llegó al lugar para identificar el cuerpo. Este hecho resalta no sólo la pérdida de un activista, sino también las amenazas que enfrentan quienes luchan por la defensa de los espacios públicos y los derechos de la comunidad en un contexto de creciente criminalidad.