La controversia en torno a la marcha por el desabasto de medicinas en México ha tomado un giro significativo tras las declaraciones de Claudia Sheinbaum, presidenta de la Ciudad de México. Durante su conferencia matutina, Sheinbaum minimizó la importancia de la manifestación y apuntó a la participación política de la diputada Margarita Zavala, lo que provocó la indignación de los organizadores de la marcha.
Alejandro Barbosa Padilla, vocero de la asociación Nariz Roja y organizador del evento, respondió de manera contundente, instando a la mandataria a no desinformar y a reconocer la gravedad de la crisis de medicamentos en el país. Subrayó que el movimiento no tenía un tinte político, sino que era una respuesta legítima de la ciudadanía ante un problema crítico del sector salud.
Barbosa enfatizó que la participación de Zavala en la marcha fue simplemente en apoyo, sin ninguna búsqueda de protagonismo. Su mensaje fue claro: la situación en los hospitales es desesperante, y la percepción de que la manifestación fue manipulada políticamente es una falta de respeto para quienes sufren las consecuencias del desabasto. En sus palabras, lo más importante debería ser el bienestar de la gente, no la política.
El hecho de que la marcha se replicara en 12 entidades y se centrara en un llamado urgente por medicamentos refleja la preocupación y la necesidad de atención en este tema de salud pública. La respuesta de la presidenta ha sido interpretada por muchos como un intento de desviar la atención de las críticas hacia el gobierno y de minimizar las voces de quienes exigen soluciones urgentes.