En su Primer Informe de Gobierno, Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, hizo un llamado a diversas partes de la sociedad para unirse en la construcción de "una ciudad de paz". Su discurso se centró en crear una "ciudad de la esperanza" que defienda los derechos humanos y promueva la prosperidad compartida, la economía moral, el bienestar para los adultos mayores, y la protección de los derechos de mujeres, niños y jóvenes.
Brugada destacó sus logros, como la aprobación del presupuesto para 2025 y reformas legales relacionadas con delitos como la extorsión, pero no mencionó el cumplimiento de sus promesas electorales, como la inauguración de las 16 Utopías proyectadas para su primer año, ni abordó el problema creciente de las desapariciones y la extorsión en la ciudad.
En su discurso, brindó reconocimiento a la gestión de su predecesora, Claudia Sheinbaum, y al expresidente Andrés Manuel López Obrador, subrayando que no hay diferencias de proyecto entre el gobierno local y federal. Aunque Brugada afirmó haber avanzado en seguridad, infraestructura y desarrollo económico, su informe fue criticado por no ofrecer una rendición de cuentas completa sobre los retos actuales que enfrenta la capital mexicana.