La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha comentado sobre la presencia del buque destructor USS Gravely (DDG 107) de Estados Unidos en aguas internacionales, enfatizando que su misión no está orientada contra México, sino que tiene como objetivo la vigilancia ante posibles actividades ilegales, como el tráfico de drogas.
Sheinbaum aseguró que el gobierno estadounidense informó al gobierno mexicano sobre la llegada del barco antes de que se hiciera pública la noticia. Aclaró que el buque está operando en aguas internacionales y dentro de su derecho de navegación, bajo normas internacionales. Además, subrayó que prefirió la transparencia en esta operación y destaco que sería preocupante si Estados Unidos no hubiera comunicado sus intenciones.
Por otro lado, la presidenta también mencionó su intervención en el envío de personas a la base de Guantánamo, señalando que se trata de individuos sin documentación y que podrían estar considerados en relación con alguna actividad delictiva.