El expresidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, ha expresado preocupaciones sobre la creciente influencia de las bandas criminales en América Latina, señalando que estas organizaciones están asumiendo funciones clave del estado, como el control de la fuerza pública y el establecimiento de normas. Durante su intervención en el 15 Foro ABECEB en Buenos Aires, Calderón defendió su estrategia de combate al crimen en Michoacán, argumentando que su abandono ha contribuido a la situación trágica del estado.
Calderón enfatizó que el problema central no es solo el tráfico de drogas, aunque sea un factor importante, sino la "captura del Estado" por parte del crimen organizado. Estas organizaciones no solo están interfiriendo en la justicia, sino también en la recaudación de impuestos, lo que representa un cambio significativo en el modelo criminal que afecta a México y a otras naciones de la región. Su análisis sugiere que es necesario un examen más profundo de estas dinámicas para abordar la crisis de seguridad en América Latina.