La situación diplomática entre México y España ha tomado un giro complejo tras la decisión del equipo de Claudia Sheinbaum de no invitar al rey Felipe VI a su toma de posesión. La canciller mexicana, Alicia Bárcena, aboga por una "reunión de desagravio" entre ambos países para resolver las tensiones. Esta propuesta está inspirada en las ceremonias que se llevan a cabo al descubrir ruinas arqueológicas en México, donde se busca respetar y reconocer el lugar y la cultura de las comunidades locales.
Bárcena mencionó que ya había conversado con el primer ministro español, Pedro Sánchez, sobre la necesidad de encontrar una forma de abordar el diferendo, el cual ha sido alimentado por eventos desde 2019, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador envió una carta a la monarquía española sin recibir respuesta. En su discurso, Bárcena destacó la relevancia histórica de la relación entre México y España, señalando la importancia de discutir tanto los problemas del pasado, como el legado colonial, como las contribuciones positivas en tiempos más recientes, como la inversión económica y la convivencia cultural.
La propuesta de una reunión sugiere un intento de reconciliación y diálogo, con un énfasis en reconocer tanto la herencia histórica como las interacciones contemporáneas entre las dos naciones. La canciller también hizo hincapié en que muchos mexicanos tienen raíces en España, lo cual refuerza la complejidad y la relevancia de la relación bilateral.