Los Kansas City Chiefs enfrentaron una dura derrota ante los Jacksonville Jaguars, sumando un total de 13 penalizaciones que les costaron 109 yardas y contribuyeron a su caída 31-28. Uno de los momentos más destacados del juego fue la intercepción de Patrick Mahomes, que fue devuelta 99 yardas para un touchdown por el linebacker Devin Lloyd. Este error crucial ocurrió en un momento en que los Chiefs parecían tener el control del partido y estaban a punto de tomar la delantera.
A pesar de que Mahomes tuvo un desempeño sólido en gran parte del juego, la intercepción y las numerosas penalizaciones fueron determinantes en el resultado. El entrenador Andy Reid enfatizó la importancia de minimizar los errores, indicando que, independientemente de su opinión sobre las decisiones arbitrales, las penalizaciones afectaron significativamente la posición del equipo en el campo y, por ende, el resultado final del encuentro.
En las jugadas finales, cuatro de las sanciones se produjeron en los últimos minutos, lo que intensificó la presión sobre el equipo. A pesar de su esfuerzo, los Chiefs no pudieron superar estos obstáculos y, con un récord ahora de 2-3, deberán evaluar y corregir estos errores para tener éxito en el resto de la temporada.