La situación en la escuela primaria "Lázaro Cárdenas del Río" en Uruapan, Michoacán, es alarmante y refleja el grave problema de inseguridad que enfrenta la región. Los padres y profesores han decidido tomar medidas drásticas al suspender clases y tomar las instalaciones debido a las amenazas y extorsiones de grupos criminales que están demandando "cobro de piso". Esto se ha convertido en una realidad cotidiana que afecta no solo a la comunidad educativa, sino también a la seguridad de los niños.
El hecho de que los delincuentes utilicen a alumnos para enviar amenazas y hayan llegado a agredir a docentes destaca la gravedad del asunto. Además, el asesinato de un maestro que supuestamente se negó a pagar esta extorsión subraya el clima de violencia que predomina en la zona.
Los testimonios recogidos indican que los criminales han estado vigilando a los docentes y buscando información sobre ellos, lo que genera un ambiente de miedo e incertidumbre. La falta de respuesta por parte de las autoridades locales ante estas denuncias ha llevado a la comunidad a exigir atención y acciones concretas para garantizar la seguridad tanto de los estudiantes como del personal educativo.
La protesta para demandar paz y seguridad refleja la desesperación de los padres y maestros, quienes ya no están dispuestos a exponer a los niños a situaciones de riesgo. Es un llamado urgente a las autoridades competentes para que tomen medidas efectivas que aborden la violencia y la delincuencia en el ámbito escolar y en la comunidad en general.