El 1 de junio en Cuernavaca, Morelos, se llevaron a cabo protestas masivas en rechazo a la elección por voto popular de integrantes del Poder Judicial. La marcha, parte de la jornada nacional "domingo negro", convocó a ciudadanos, abogadas y jueces que consideran que este modelo atenta contra la autonomía judicial y pone en riesgo la democracia.
Los manifestantes, al grito de "¡Juez votado, corrupto asegurado!" y "¡Nos están quitando libertad!", avanzaron desde la iglesia San José El Calvario hasta la Plaza de Armas “Emiliano Zapata Salazar”. Durante la movilización, expresaron su descontento y preocupación, argumentando que el proceso de votación estaba manipulado y que quienes realmente resultan perjudicados son los ciudadanos.
Mercedes Estrada Bernal, una de las participantes, llamó a la organización civil y a la defensa de la patria, sugiriendo que la situación actual demanda una respuesta activa de la ciudadanía. Varios asistentes también denunciaron la supuesta compra de votos, donde algunos votantes recibieron pagos, lo que consideran una violación a la integridad del proceso electoral.
Simultáneamente, jueces federales llevaron a cabo una manifestación en el Poder Judicial de la Federación, exhibiendo sus togas como una forma simbólica de protesta contra lo que ven como una amenaza a la independencia judicial. La protesta refleja una inquietud creciente sobre la legitimidad y la repercusión de las nuevas normas que rigen la selección de jueces en el país.