La reciente renuncia del fiscal general Alejandro Gertz Manero y el ascenso de Ernestina Godoy como encargada de la Fiscalía General de la República (FGR) han suscitado preocupaciones significativas sobre la independencia de esta institución. El Consejo Nacional de Nueva Derecha ha calificado los eventos como una "disyuntiva histórica", advirtiendo sobre el potencial de una "tiranía socialista" en México.
Gertz Manero, que ocupó su puesto desde 2019, nombró de manera súbita a Godoy como titular de la Fiscalía Especializada de Control Competencial antes de su salida. Este nombramiento ha permitido que Godoy, quien es cercana a la presidenta Claudia Sheinbaum, asuma el liderazgo de la FGR según lo estipulado por la Ley Orgánica de la Fiscalía, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la autonomía de la institución.
El Consejo ha manifestado su inquietud por lo que consideran una salida "intempestiva" de Gertz Manero, sugiriendo que la manera en que se maneje esta transición será crucial para determinar si la FGR mantendrá su independencia o si será sujeta a influencias del gobierno. Destacan que México enfrenta una grave crisis de seguridad que hace indispensable un ministerio público autónomo, advirtiendo que ceder a las presiones del Ejecutivo podría deteriorar el Estado de Derecho y poner en riesgo a la nación.
Según la organización, existe el temor de que la Fiscalía se convierta en un instrumento de presión política, utilizado para debilitar a opositores y proteger los intereses del régimen actual. Añaden que la situación actual exige una Fiscalía completamente independiente, capaz de actuar en pro del bien común y de la paz en el país.