La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ha declarado a México culpable de la violación sexual y las graves lesiones sufridas por Ernestina Ascencio Rosario en 2007. Ella era una mujer indígena náhuatl de 73 años que fue agredida por miembros del Ejército mexicano. A pesar de que un primer dictamen médico indicó que su muerte fue el resultado de la violación, las autoridades locales, respaldadas por el entonces presidente Felipe Calderón, alteraron la narrativa, atribuyendo su fallecimiento a gastritis crónica.
La Corte IDH, en su comunicado, sentenció que México fue responsable de la violación de derechos humanos de Ernestina Ascencio y que falló en proporcionar atención médica adecuada. Además, se determinó que el Estado no cumplió con su obligación de investigar el caso de manera eficaz y garantizar el acceso a la justicia para sus hijos e hijas. Este fallo resalta la importancia de la justicia y la rendición de cuentas en casos de violencia de género y crímenes perpetrados por agentes del Estado.