La situación en Comitán, Chiapas, ha tomado un giro considerable con la intervención de la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP), un grupo de élite establecido al inicio del gobierno de Eduardo Ramírez Aguilar. Este grupo desarmó y detuvo a 92 policías municipales debido a su implicación en actos de resistencia durante un operativo para combatir el narcomenudeo.
Según declaraciones del gobernador Ramírez Aguilar, el operativo no estaba dirigido originalmente hacia la policía municipal, sino que surgió como respuesta a la complicidad de algunos miembros con grupos de delincuencia organizada que extorsionan a la población. La intervención de la FRIP se produjo tras la agresión a personal del Centro de Contacto Ciudadano C5, que estaba llevando a cabo operaciones de seguridad.
Durante la operación, 25 cateos previamente programados fueron ejecutados, resultando en la captura de 135 personas en total y la destrucción de 25 establecimientos relacionados con actividades ilícitas. Las autoridades también aseguraron armas y drogas durante estas acciones.
El gobernador enfatizó su compromiso con la seguridad en el estado, anunciando un presupuesto significativo para el próximo año, y destacó el apoyo de las fuerzas armadas y la Guardia Nacional en su lucha contra el crimen. Ramírez Aguilar reafirmó su determinación de aplicar la ley sin concesiones.