El Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar (IMSS-Bienestar), liderado por Alejandro Svarch, se encuentra en medio de una crisis administrativa que está afectando su capacidad para cumplir con los pagos a proveedores de servicios esenciales, lo cual podría impactar negativamente su operatividad en varios estados del país.
Un caso particular involucra a la empresa OCRAM Seyer, que había estado proporcionando servicios de limpieza en unidades médicas de Campeche, Colima, Quintana Roo y Veracruz desde julio de 2024, bajo el contrato IB/875/2024. La empresa ha denunciado que no ha recibido los pagos correspondientes a los meses de febrero y marzo de 2025, a pesar de haber cumplido con su servicio. Este reclamo ha sido documentado formalmente ante la Dirección General del IMSS-Bienestar y la Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno, bajo el expediente CONC/370/2025, como parte de un proceso de conciliación.
En respuesta a estas denuncias, Carmen de Jesús López Núñez, jefa del departamento de Servicios de Salud del IMSS-Bienestar, admitió que aún no se han revisado formalmente los expedientes y que se empezarán a examinar los reportes de servicios, bitácoras y otros documentos presentados por el proveedor para determinar el monto a pagar, según lo estipulado en el contrato.
OCRAM Seyer también ha señalado que comenzó a prestar los servicios el 16 de julio de 2024, basándose en un acuerdo verbal con personal de dirección del IMSS-Bienestar, bajo la premisa de que el contrato sería operativo a partir de esa fecha. Este aspecto fue incluido en su defensa presentada ante el organismo.
Esta situación de impagos refleja un problema más amplio de liquidez en la administración pública federal, que ha comenzado a evidenciarse a través de quejas de distintos proveedores y empleados, quienes han experimentado retrasos en el pago de nómina y en el cumplimiento de obligaciones financieras por parte de diversas dependencias gubernamentales.