Política
Elecciones municipales en Veracruz, marcadas por rupturas, violencia y nepotismo
El proceso electoral en Veracruz, que culminará el 1 de junio con la renovación de las 212 presidencias municipales, se caracteriza por un entorno de violencia y tensiones políticas. Para este ciclo electoral, notablemente, los partidos PRI y PAN han decidido no formar una alianza, mientras que Morena ha roto su coalición con el Partido del Trabajo.
Lamentablemente, la campaña ha estado marcada por la violencia, con el asesinato de dos candidatos de Morena en Coxquihui y Texistepec, así como otros actos de violencia, incluyendo la masacre de cinco personas en Texistepec. Además, el asesinato de un exalcalde y un regidor en Actopan ha exacerbado los temores sobre la seguridad en el proceso electoral, llevando a que 75 candidatos soliciten medidas de protección y se identifiquen más de 30 focos rojos en el estado.
Por otro lado, se han presentado controversias internas dentro de Morena, particularmente en lo que respecta al nepotismo. La presidenta del partido, Claudia Sheinbaum, ha instado a la aplicación de la ley contra el nepotismo que prohíbe la herencia de cargos políticos a familiares hasta el cuarto grado, lo que añade un elemento de complejidad a la contienda electoral.
Morena, que ha visto un crecimiento significativo desde las elecciones municipales de 2021, cuando pasó de gobernar 17 a 131 municipios, busca consolidarse como la principal fuerza política del estado. Sin embargo, la lealtad histórica de zonas clave como Veracruz y Boca del Río hacia el PAN y el grupo político de la familia Yunes plantea un desafío para la expansión de su influencia.
La elección del 1 de junio podría significar un cambio crucial en la dinámica política de Veracruz, con la posibilidad de que Morena logre desplazar al PAN y al PRI de sus bastiones tradicionales.