El 26 de noviembre, grupos buscadores de personas en Baja California confirmaron el hallazgo de cuatro cuerpos en una fosa en el municipio de Tijuana. Entre los cuerpos, estaban los de Emely Maxime López Álvarez, de 23 años, y Juan Ernesto Torres Arizqueta, de 32 años, quienes estaban desaparecidos desde el 23 de noviembre. Su búsqueda había sido apoyada por varias organizaciones, incluida la Fundación Internacional Todos Somos Erick Carrillo, A.C., y estuvo acompañada por la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas de Baja California.
El descubrimiento se dio en el cerro del Fraccionamiento Palma Real, cerca del bulevar 2000, y fue resultado de las labores de búsqueda y de desenterramiento que llevaron a cabo tanto los buscadores voluntarios como las autoridades. Esta situación resalta una vez más la problemática de las desapariciones en la región y el trabajo de las comunidades y organizaciones para encontrar a sus seres queridos.