La protesta en Ensenada, Baja California, del 18 de octubre, reunió a ciudadanos estadounidenses que mostraron su rechazo a las políticas del presidente Donald Trump, especialmente las relacionadas con las redadas de inmigrantes y su estilo de liderazgo, que algunos calificaron de dictatorial. Los manifestantes, que portaban carteles con mensajes contundentes como "No tiranos en los USA" y "No a las redadas del ICE", expresaron su solidaridad con los inmigrantes y su descontento por el trato que reciben bajo la administración Trump.
Fred Martell, un jubilado que ha residido en México durante décadas, habló sobre cómo las redadas de ICE afectan a personas que, a pesar de haber estado contribuyendo a la sociedad estadounidense durante años, están siendo tratadas injustamente. Argumentó que la identidad y comportamientos de los agentes de inmigración reflejan actitudes represivas y una falta de rendición de cuentas.
Joan Lucci, otra activista presente, subrayó la importancia de la libertad de expresión y contrastó la situación en México con la que vive en Estados Unidos, donde percibe que la intimidación es utilizada para silenciar voces disidentes. La manifestación fue parte de un movimiento más amplio llamado "No Kings", que se opone al autoritarismo y la retórica divisiva del mandatario estadounidense.
La concentración en el Parque Revolución fue un momento para que estos ciudadanos hicieran oír su voz y apoyaran a quienes se ven afectados por las políticas migratorias actuales.