El Congreso de la Ciudad de México ha aprobado un proyecto de ley que establece penas severas para el delito de “pinchazo” en el transporte público y en las calles. Aprobada el 29 de mayo con 60 votos a favor y tres en contra, la iniciativa presentada por la jefa de Gobierno, Clara Brugada, busca castigar a quien administre, introduzca o aplique sustancias que alteren la conciencia y la salud de las personas.
Las penalizaciones oscilan entre dos y siete años y medio de prisión, además de multas que varían de 50 a 300 días de salario. Este endurecimiento de las leyes se da en respuesta a un aumento en los casos de agresiones mediante inyecciones sedantes, especialmente en estaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro. Según la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, hasta el 27 de mayo se registraron 65 casos donde se confirmó la existencia de pinchazos.
El objetivo de esta ley es mejorar la seguridad y proteger a los ciudadanos de este tipo de agresiones, que han generado preocupación en la población y en las autoridades.