La situación en Apatzingán ha llevado a la cancelación de eventos importantes, como el desfile cívico militar que conmemora la Constitución de Apatzingán de 1814, debido al asesinato del líder limonero Bernardo Bravo Manríquez. Este trágico suceso ha conmocionado a la comunidad, que ha expresado su dolor y exigido el respeto a los familiares del fallecido al cancelar las festividades.
La Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha manifestado su apoyo a la comunidad y su deseo de que se esclarezca el crimen. La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y varios líderes políticos también han comentado sobre la necesidad de justicia en este caso, subrayando la indignación y el respeto hacia el dolor de las familias afectadas.
El diputado local Guillermo Valencia Reyes, junto con otros partidos, ha instado al gobierno a suspender actividades que consideren inapropiadas dadas las circunstancias, y ha criticado la percepción de que las autoridades están simulando cumplir con su deber en la investigación. La situación refleja la creciente preocupación por la seguridad y la violencia en la región, así como la importancia de honrar la memoria de aquellos que han sido víctimas de la criminalidad.