El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, expresó su oposición a la propuesta del arzobispo Carlos Garfias Merlos de establecer comités municipales para la paz y la reconciliación en un formato similar al de Colombia, que incluiría diálogo con grupos delictivos. Ramírez Bedolla se mostró escéptico sobre la efectividad de tal modelo, señalando que no ha funcionado en el pasado y refiriéndose a la experiencia negativa de México con el general Óscar Naranjo, quien asesoró en estrategias de seguridad durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
El gobernador argumentó que la labor de la iglesia es espiritual y no debe involucrarse en estrategias de seguridad, además de enfatizar que la solución a la delincuencia debe basarse en la aplicación de la ley y la justicia, en lugar de dialogar con delincuentes. Subrayó que su estrategia está guiada por las Fuerzas Armadas y se centra en la inteligencia, investigación y persecución del delito.