La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, se pronunció sobre la revocación de su visa, calificándola como una "sanción administrativa" y afirmando que no se ha comunicado un delito específico o falta en su contra. Durante un encuentro con medios en Tijuana, la gobernadora no permitió preguntas y desvió la atención de los reporteros tras leer su discurso.
Ávila Olmeda mencionó que fue incluida en una "medida consular" el pasado 10 de mayo, lo que significa que ya no posee la visa para ingresar a Estados Unidos, pero aseguró que esto "no la define" como persona ni como funcionaria. En sus declaraciones, enfatizó que su identidad está cimentada en sus valores y convicciones, no en los permisos migratorios.
La situación se volvió pública inicialmente cuando su esposo, Carlos Torres Torres, anunció la cancelación de su visa, y posteriormente Ávila Olmeda confirmó que también había recibido una notificación similar. Sin embargo, la gobernadora evitó profundizar en la situación de su esposo, quien es coordinador de Proyectos Estratégicos en Tijuana.
Ávila Olmeda reiteró que se trata de una "decisión administrativa" por parte de las autoridades consulares de Estados Unidos.