Los vecinos de Cholul, en Mérida, Yucatán, han estado luchando desde 2024 para que la calera "Mayacal" sea reubicada debido a los efectos negativos del polvo de construcción en su salud y calidad de vida. A pesar de que el gobernador Joaquín Díaz Mena se comprometió en julio a cerrar la calera en diciembre de 2024, los vecinos han continuado presionando para que se respeten sus derechos a un ambiente saludable. A lo largo de su lucha, han realizado protestas y se han reunido con el director de la calera, Luis Alfonso Rodríguez Campos, quien les prometió el cierre y medidas para mitigar el polvo, promesas que no han sido cumplidas. La comunidad se enfrenta a problemas diarios relacionados con la contaminación y la salud, y su situación es especialmente complicada dado que la calera opera desde 1950, antes del crecimiento de las áreas residenciales cercanas.