Greenpeace ha solicitado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de México la publicación inmediata de la resolución que niega a la cementera Cemex la autorización para extraer 13 millones de toneladas de material pétreo en un área de selva de 650 hectáreas en Tulum, Quintana Roo. La organización ha denunciado que, hasta ahora, solo se ha encontrado disponible en la Gaceta Ecológica el permiso otorgado a Cemex para iniciar la primera etapa de explotación de la tierra, lo cual genera confusión acerca de la supuesta negativa a su proyecto.
Activistas de Greenpeace realizaron una protesta frente a las oficinas de Semarnat en Cancún, lo que llevó a la institución a informar a los medios que la autorización para el cambio de uso de suelo fue efectivamente rechazada. Sin embargo, Greenpeace ha exigido mayor transparencia en el proceso.
La organización advirtió que el proyecto de Cemex presenta un riesgo ambiental y social significativo, ya que implicaría la deforestación y dinamitación de una extensa área de selva virgen, lo cual podría alterar la delicada hydrología de la región, que se encuentra sobre el Gran Acuífero Maya. Además, el tipo de suelo kárstico podría facilitar la contaminación de las aguas subterráneas.
Greenpeace también mencionó que varias "sascaberas", o minas de material pétreo, están en operación en Quintana Roo, muchas de ellas gestionadas por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que también está involucrada en la construcción del Tren Maya y en el desarrollo de infraestructura turística en la zona.