El hallazgo de los cuerpos de seis hombres ejecutados en el municipio de Madero, Michoacán, ha generado una fuerte conmoción en la región. Los cuerpos fueron encontrados en diferentes lugares, con tres de ellos calcinados en el interior de una camioneta y los otros tres en condiciones igualmente atroces, incluyendo uno decapitado.
El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, ha confirmado que existe la hipótesis de que las víctimas fueron asesinadas en un lugar distinto y sus cuerpos fueron abandonados en la zona donde fueron encontrados. La Fiscalía General del Estado (FGE) ha abierto una carpeta de investigación y está llevando a cabo las diligencias pertinentes para esclarecer el caso.
Los reportes indican que, desde el sábado anterior, se habían reportado enfrentamientos armados en la región, lo que sugiere que los fallecidos estarían vinculados a estos incidentes violentos. A pesar de que se activó un operativo de búsqueda en la zona, hasta el momento no se ha informado sobre la localización o detención de posibles responsables.
Las investigaciones y peritajes realizados por la FGE continúan, y los cuerpos han sido trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo) en Morelia para llevar a cabo los estudios correspondientes. La situación pone de manifiesto la grave problemática de la violencia relacionada con el crimen organizado en el estado de Michoacán.