El regreso de los fanáticos al Hard Rock Stadium para el Mundial de Clubes ha estado marcado por un enfoque claro en la seguridad, especialmente después de los incidentes ocurridos durante la final de la Copa América el año pasado. Con casi 120,000 aficionados en los primeros partidos, las autoridades han implementado controles adicionales y han aumentado la presencia policial para garantizar un ambiente seguro.
La Oficina del Sheriff de Miami-Dade ha aprendido de la experiencia anterior, cuando los hinchas sin entradas lograron infiltrarse en el estadio, causando caos y pánico entre los asistentes. La sheriff Rosie Cordero-Stutz enfatizó que se están llevando a cabo medidas exhaustivas para proteger no solo a los aficionados, sino también a los jugadores y al personal involucrado en el evento.
Este torneo representa no solo una oportunidad para disfrutar del fútbol, sino también un ensayo sobre cómo Estados Unidos manejará la seguridad y la logística para el Mundial masculino de 2026, cuando se espera la llegada de aficionados de 48 países. El aumento de los controles de seguridad y la coordinación de la policía son pasos cruciales para evitar que se repitan los problemas del pasado, asegurando así una experiencia positiva para todos los asistentes.