El Gobierno de la Ciudad de México ha comenzado un proceso importante de exhumación de cuerpos en fosas comunes, específicamente en la fosa 26 del Panteón Civil de Dolores, bajo un proyecto denominado Plan de Recuperaciones Controladas. Este proceso fue inaugurado con un evento protocolario que contó con la participación de autoridades clave, incluyendo a la titular de la Fiscalía General de Justicia, Bertha Alcalde, y al Comisionado de Búsqueda local, Luis Gómez Negrete.
Durante el evento, la Fiscal Alcalde destacó que el trabajo de exhumación forma parte de un plan a largo plazo que incluye la revisión de 75 fosas comunes. Sin embargo, Gómez Negrete también señaló una significativa limitación: la escasez de arqueólogos forenses en la ciudad, con solo tres especialistas disponibles para abordar la identificación de los cuerpos en un contexto de rezago. Esta situación se debe a que las escuelas de arqueología han centrado su formación en el estudio de vestigios históricos en lugar de capacitar a profesionales para el ámbito forense.
El proyecto se describe como técnico, humanitario e histórico, y se fundamenta en la intención de realizar cada intervención con investigaciones rigurosas que permitan reconstruir la identidad y la historia de las personas que han sido inhumadas en estas fosas comunes, muchas de las cuales son no identificadas y han sido enterradas desde mediados del siglo XX.