La situación de violencia en el estado de Tamaulipas, México, se ha intensificado, especialmente en la jornada del martes, cuando se registraron múltiples balaceras y bloqueos de carreteras. El saldo de los enfrentamientos ha dejado un total de siete muertos, incluidos tres policías estatales, y cinco más resultaron heridos. Debido a estos incidentes, se cancelaron celebraciones en cuatro municipios que estaban programadas para el miércoles.
La violencia se centró en el municipio de San Fernando y áreas cercanas, que son zonas estratégicas para el tráfico de migrantes hacia Estados Unidos y están bajo disputa entre diferentes facciones del Cártel del Golfo. El primer ataque a las autoridades ocurrió en la mañana del martes, resultando en la muerte de dos policías y tres presuntos miembros del crimen organizado. Las fuerzas de seguridad lograron confiscar una camioneta y diversas armas, así como chalecos antibalas y granadas.
En un incidente relacionado en el estado de Sonora, también se reportaron ataques que culminaron en la muerte de cuatro personas, entre ellas un policía, y varios agentes resultaron heridos. Las acciones violentas están generando un ambiente de alta tensión en regiones ya afectadas por la delincuencia organizada.