El análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) destaca que las recientes modificaciones al marco fiscal en México, aunque buscan fortalecer los ingresos públicos, carecen de una estrategia integral y resultan insuficientes para enfrentar las necesidades del país. La recaudación adicional proyectada es limitada y representa solo un 0.7% del PIB, lo que pone de manifiesto la necesidad de una reforma fiscal más profunda y estructural.
El CIEP subraya que la discusión fiscal debe ir más allá de los ingresos inmediatos, centrando la atención en cómo las nuevas medidas pueden equilibrar la recaudación con la protección de la industria nacional y el bienestar social. En particular, se enfoca en los llamados impuestos saludables, sugiriendo que, para cumplir su objetivo extrafiscal, los recursos generados deben dirigirse específicamente a fortalecer el sistema de salud pública, lo que también ayudaría a legitimar su implementación ante la población. Sin esta transparencia y dirección clara de los ingresos, el apoyo social hacia estos impuestos podría disminuir.