La decisión de la Reserva Federal de mantener las tasas de interés sin cambios refleja la preocupación por los efectos adversos de la guerra comercial y los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump. A pesar de la presión de la Casa Blanca para reducir las tasas de interés con el fin de estimular la economía, la Fed considera que los riesgos de desempleo creciente y la inflación están aumentando. La contracción del Producto Interno Bruto (PIB) en un 0.3% durante el primer trimestre del año es una señal clara de que la economía estadounidense enfrenta desafíos significativos.
Además, el Comité de Mercado Abierto, liderado por Jerome Powell, se mostró cauteloso ante el aumento de los precios debido a los aranceles, lo que podría contribuir a una burbuja inflacionaria. La Fed optó por mantener las tasas interbancarias entre el 4.25% y el 4.5%, y se programó una nueva reunión para mediados de junio, donde se reevaluará la situación económica. Esta decisión destaca la complejidad de la situación económica actual y la difícil tarea de equilibrar el crecimiento económico con el control de la inflación y el desempleo.