El debate entre Mario Vargas Llosa y Octavio Paz en 1990 acerca de la "dictadura perfecta" del PRI no fue un acontecimiento aislado, sino parte de un diálogo más amplio que ambos escritores sostuvieron sobre la política mexicana y el papel de los intelectuales. En 1987, en un programa de RTVE titulado “El compromiso de los intelectuales,” los dos, junto a otros prominentes autores, discutieron la relación entre la intelectualidad y la sociedad.
En este contexto, Octavio Paz aprovechó para reflexionar sobre la situación de México en comparación con la española, argumentando que la experiencia democrática en España era limitada y que debían considerar un contexto más amplio, haciendo hincapié en la complejidad de la realidad mexicana. Su comentario subrayaba la diferencia de perspectivas entre las realidades sociopolíticas de ambos países y resaltaba la necesidad de un análisis más profundo sobre el papel de los intelectuales en la lucha por la libertad y la democracia en contextos distintos.
El debate no solo reflejó las preocupaciones de dos figuras literarias prominentes sobre el estado de sus respectivos países, sino que también destacó la importancia de la literatura y la ética en el compromiso social de los intelectuales.