El caso del asesinato del periodista Mauricio Cruz Solís ha generado una atención significativa en Michoacán, especialmente tras el hallazgo de una camioneta pick-up calcinada en la carretera Uruapan-Pátzcuaro, que se cree está vinculada al crimen. La Fiscalía General del Estado de Michoacán, encabezada por Adrián López Solís, confirmó que el vehículo había sido robado de una empresa aguacatera en Uruapan dos días antes del asesinato.
Durante una reciente rueda de prensa, el fiscal informó que el caso está en progreso y que existen varias líneas de investigación, así como posibles implicados. Sin embargo, se abstuvo de proporcionar más detalles debido a la participación de la Fiscalía General de la República (FGR), que ha solicitado información para llevar a cabo su propia evaluación y potencialmente hacerse cargo del caso.
Además de las acciones en la investigación, el gobierno estatal ha implementado medidas de protección para los familiares y colaboradores de Cruz Solís, en colaboración con la Secretaría de Gobernación. También se están desarrollando protocolos de seguridad para periodistas en la región, en respuesta a las preocupaciones sobre la seguridad de los comunicadores, que se presentarán en las próximas semanas.
Este trágico incidente resalta los riesgos que enfrentan los periodistas en México, un país donde la violencia contra los medios es un problema grave y creciente.