El capitán Marcos, líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), ha respondido de manera irónica a las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien había afirmado en su conferencia de prensa matutina que no iba a polemizar. En su comunicado, Marcos menciona que lamenta que el gobierno actual esté de salida, insinuando que lo extrañarán. Su crítica se centra en la previsibilidad de la administración y expresa que su respuesta ha atraído la atención hacia el EZLN.
Marcos ha sido activo en agosto, emitiendo seis comunicados, y en uno de ellos critica un anuncio de la marca "NIKE", sugiriendo que las declaraciones en el anuncio reflejan una actitud de apropiación egoísta. Además, en otro comunicado, se dirige al futuro secretario de educación, insinuando que no debería tener que recurrir a la venta de candidaturas.
Ambos, Marcos y López Obrador, se conocen desde 1994, en el contexto de la insurgencia zapatista. Con el tiempo, sus trayectorias han coincidido, y pronto serán vecinos, dado que López Obrador planea residir en Palenque tras su mandato. Esta relación entre el líder zapatista y el presidente refleja un trasfondo histórico y político complejo en México, marcando la lucha por los derechos de las comunidades indígenas y críticas hacia el sistema político y económico del país.