Antonio Huesca Figueroa, exdirector del Centro de Reinserción Social (CERESO) de Tuxpan, Veracruz, fue asesinado a balazos en la noche del martes mientras estaba dentro de su automóvil en el centro de la ciudad. El incidente ocurrió en la avenida Garizurieta, donde Huesca Figueroa, quien había recibido amenazas de muerte en marzo, fue atacado aparentemente en un vehículo sedán blanco estacionado.
Las amenazas habían sido evidenciadas por una lona que apareció en marzo, la cual contenía mensajes intimidatorios dirigidos a él y fue atribuida al crimen organizado. Huesca Figueroa había desempeñado funciones similares en el reclusorio regional de Poza Rica antes de su puesto en Tuxpan. Su asesinato resalta la violencia relacionada con el crimen organizado en la región.