La intención de Rosario Piedra de volver a presidir la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha generado reacciones encontradas en el ámbito político de México. Los representantes de Morena, como Gerardo Fernández Noroña y Saúl Monreal, han expresado su apoyo a su reelección, destacando su derecho a competir nuevamente y los resultados que ha obtenido en su gestión. Fernández Noroña ha mencionado la necesidad de una reforma profunda a la CNDH, sugiriendo que Piedra está en la dirección correcta.
Sin embargo, la oposición, representada por figuras como Ricardo Anaya del PAN, se opone a esta posibilidad, argumentando que es necesario encontrar un mejor perfil que realmente se comprometa con la defensa de los derechos humanos. Anaya ha dejado claro que se opondrán a la reelección de Piedra en busca de un liderazgo más adecuado para la CNDH.
Este conflicto entre el apoyo de los morenistas y la resistencia de la oposición resalta las divisiones políticas en torno a la protección y promoción de los derechos humanos en el país.