La Fiscalía General del Estado de Chiapas ha confirmado que los tres menores tsotsiles que fallecieron el 13 de octubre en la comunidad de San Cayetano no murieron por consumir pan envenenado, como se había afirmado inicialmente, sino por la inhalación de un insecticida. Según el fiscal Jorge Luis Llaven Abarca, los resultados de la necropsia indicaron que los niños sufrieron una falla orgánica múltiple secundaria a la intoxicación por inhalación de un pesticida inoloro. Se encontró que no había residuos de alimentos en sus tráqueas ni estómagos.
Actualmente, la Fiscalía no ha podido determinar el lugar exacto donde los niños pudieron haber inhalado el insecticida, ya sea en su hogar o durante su camino a una tienda donde iban a comprar dulces. En relación con el caso, dos autoridades comunitarias han sido detenidas, pero fueron liberadas al día siguiente mientras las investigaciones continúan. Los menores, que eran hermanos, tenían edades de ocho, seis y dos años. La Fiscalía aseguró que está investigando tanto a las autoridades comunitarias como a la familia de los niños.