Los pacientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Saltillo, Coahuila, se han visto seriamente afectados tras la suspensión repentina del servicio de hemodiálisis que recibían en una clínica privada. Sin previo aviso, más de 20 derechohabientes, quienes dependen de este tratamiento vital, se encontraron con las instalaciones de la clínica cerradas y sin acceso a la atención médica necesaria.
Ante la falta de respuesta del IMSS y la urgencia de su situación, los pacientes optaron por bloquear el bulevar Venustiano Carranza, manifestándose en las cercanías del Hospital General de Zona número 2. Esta protesta refleja la desesperación y el deterioro de la salud que muchos de ellos, como Martina Ramírez y Oscar de la Cruz Díaz, están experimentando debido a la falta de hemodiálisis. Martina mencionó que su salud comenzó a deteriorarse después de unos días sin tratamiento, mientras que Oscar destacó el riesgo inmediato que enfrentan, incluyendo la retención de líquidos, que puede ser peligrosa si no reciben atención pronto.
A pesar del bloqueo y las exigencias, la respuesta por parte del IMSS fue tardía; tras casi tres horas de espera, los manifestantes fueron atendidos por personal médico del hospital, quienes les aseguraron que serían reubicados en otras clínicas para continuar con su tratamiento. Esta situación evidencia no solo la fragilidad de los sistemas de salud, sino también la desesperada necesidad de comunicación y soluciones para quienes dependen de tratamientos médicos continuos.