El incidente en Guadalajara resalta la creciente violencia que enfrentan los conductores de transporte público en México. El conductor, Daniel Hernández, de 41 años, sufrió lesiones graves tras ser atacado por un pasajero que se mostró agresivo debido a una falla mecánica en la unidad T-11. A pesar de los intentos del chofer por calmar la situación, el pasajero no solo lo agredió verbalmente, sino que también lo golpeó con un termo metálico, dejándolo en coma.
Este tipo de agresiones son preocupantes y ponen de relieve la falta de protección y seguridad para los trabajadores del transporte público. Además, el hecho de que otros pasajeros no intervinieran ni intentaran ayudar al conductor después del ataque subraya un problema social más amplio en términos de responsabilidad y solidaridad en situaciones de crisis.
Las autoridades deben actuar de forma contundente para garantizar la seguridad de los conductores y pasajeros en el transporte público, así como para perseguir y sancionar a los agresores de manera efectiva. La difusión del video de la agresión también podría ayudar en la identificación del atacante y en la concienciación sobre la violencia que enfrentan estos trabajadores diariamente.