El estado de Morelos continúa enfrentando desafíos en términos de seguridad, particularmente para los periodistas que cubren noticias en áreas afectadas por la violencia del crimen organizado. El caso reciente del reportero Paco Cedeño resalta los peligros a los que se enfrentan los comunicadores en la región.
Cedeño, que se dedica a informar sobre sucesos en la zona oriente del estado, recibió amenazas a través de un mensaje intimidatorio dejado junto a una cabeza humana encontrada en la carretera México–Oaxaca. Este hecho fue reportado a las autoridades por vecinos que descubrieron los restos en la madrugada, y más tarde, se hallaron más restos humanos en bolsas junto con otro mensaje intimidatorio.
A raíz de estos incidentes, Cedeño ha presentado denuncias tanto a la Fiscalía General de la República como a la Fiscalía General del Estado. Las autoridades han comenzado investigaciones sobre el caso y han incrementado las medidas de protección para el periodista, quien ya había estado bajo cuidado oficial debido a amenazas anteriores.
El uso de la violencia como medio para intimidar a los periodistas es una grave preocupación que pone en riesgo la libertad de expresión y la seguridad de quienes trabajan en el campo de la información. La respuesta de las autoridades es crucial para garantizar la protección de los comunicadores y la continuidad de su labor informativa.