El peso mexicano comenzó el 30 de junio con una depreciación del 0.32%, cotizando alrededor de 18.88 pesos por dólar, tras una racha de cinco sesiones consecutivas de ganancias en las que había acumulado una apreciación del 1.83%. Según el análisis de Banco Base, esta corrección en el tipo de cambio se debe a un aumento en la demanda anticipada de dólares y una mayor toma de coberturas, además de persistentes riesgos de volatilidad.
A nivel global, el dólar muestra debilidad, con un retroceso del 0.07% en el índice ponderado de Bloomberg, lo que refleja escepticismo sobre la moneda estadounidense. La fragilidad del dólar se relaciona con el aumento del proteccionismo económico bajo la administración de Donald Trump y las preocupaciones sobre el alto nivel de endeudamiento del gobierno de Estados Unidos, así como la discusión en torno al ambicioso proyecto legislativo conocido como “The One, Big, Beautiful Bill”.