La situación en Tlaxcoapan, Hidalgo, resalta la tensión entre las fuerzas de seguridad y civiles relacionados con actividades delictivas, específicamente el huachicol, que es la extracción y comercialización ilegal de combustibles. La confrontación ocurrió cuando la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH) recibió un reporte sobre individuos armados en la localidad de Tlalminulpa vinculados a estas actividades.
Al parecer, los presuntos huachicoleros abrieron fuego antes de huir en un vehículo, lo que llevó a la SSPH a realizar un operativo. Sin embargo, durante la intervención, un grupo de aproximadamente 20 civiles intentó interferir y agredió a los oficiales, lo que resultó en una confrontación violenta. A pesar de los disparos y la confrontación física, la SSPH reportó que no hubo decesos, aunque no se ofreció información sobre posibles heridos.
Este tipo de situaciones refleja la compleja dinámica entre las comunidades y las autoridades en áreas donde el crimen organizado tiene una fuerte influencia, y plantea interrogantes sobre la seguridad de los operativos policiales y la respuesta de la comunidad ante la acción del estado.