La situación que involucra a Raúl Rocha Cantú y la empresa Servicios Especializados de Investigación y Custodia (SEICSA) refleja un contexto complejo de presunta delincuencia organizada en México, en el cual varios actores están siendo señalados. Rocha Cantú, empresario vinculado con Miss Universo, ha negado contundentemente cualquier relación con SEICSA y con Jorge Enrique Alberts Ponce, quien sí estuvo involucrado en la empresa y ha sido mencionado en investigaciones por huachicol fiscal.
La Fiscalía General de la República (FGR) ha apuntado a distintas personas en este entramado delictivo, acusando a 13 individuos de múltiples delitos, incluyendo narcotráfico y tráfico de armas. SEICSA, según informes, había sido contratada para ofrecer servicios de seguridad en el puerto de Guaymas, un área crítica en el contexto del huachicol. La fuga de Elías Gerardo Valdés Cabrera, propietario de SEICSA, ha complicado aún más la situación, llevando a las autoridades a emitir una ficha roja para su búsqueda.
En medio de estas acusaciones, la defensa de Rocha Cantú sostiene que no tiene ningún tipo de vínculo con la empresa implicada ni con otras figuras del escándalo, lo que añade una capa de complejidad a la situación, dado que se halla bajo un criterio de oportunidad de la FGR en relación con delitos organizados. Este caso pone de relieve la interconexión entre el crimen organizado y diversas industrias en el país, además de la necesidad de una investigación cuidadosa y transparente.