Ricardo de Burgos Bengoechea, árbitro de la final de la Copa del Rey, ha expresado su profunda preocupación por el impacto que las críticas hacia los árbitros tienen en su familia, especialmente en su hijo. En una reciente rueda de prensa, compartió su angustia al contar que su hijo sufre abuso verbal en la escuela, donde otros niños le dicen que su padre es un delincuente, a raíz de las acusaciones de falta de imparcialidad que surgen principalmente de clubes como el Real Madrid.
Con una emotiva declaración, De Burgos relató lo difícil que es ver a su hijo llorar por estas situaciones y destacó la importancia de que su hijo se sienta orgulloso de él y de la profesión arbitral. Reconoció que, al igual que los deportistas, los árbitros también cometen errores, pero insistió en que su labor es honrada y que nadie debería tener que soportar el tipo de presión y críticas que enfrentan él y sus colegas. Subrayó la necesidad de un cambio en la percepción y el tratamiento hacia los árbitros en el mundo del fútbol.