La situación legal de Duane “Keffe D” Davis se ha vuelto más compleja tras su intento fallido de revocar un juicio por agresión vinculado a una pelea en la cárcel. Este rechazo se produce en un contexto donde Davis también está a la espera de juicio por el asesinato de Tupac Shakur, un caso que ha capturado la atención del público durante más de dos décadas.
La audiencia del miércoles destacó la importancia del testimonio de los miembros del jurado que lo condenaron por el caso de agresión. A pesar de las afirmaciones del hijo de Davis y del periodista que sugirieron que uno de los jurados había discutido el caso durante un receso, los jurados negaron haber hecho tales comentarios. La jueza Nadia Krall desestimó las acusaciones, señalando que los testigos tenían relaciones que podrían comprometer su imparcialidad.
El interrogatorio dirigido por el fiscal Marc DiGiacomo reveló que el periodista, Richard Bond, había mantenido una relación cercana con Davis y su hijo, lo que plantea preguntas sobre la credibilidad de su testimonio. Este desarrollo resalta no solo la contención en el proceso legal de Davis, sino también la atención continua que su caso recibe, dada su conexión con el icónico caso de asesinato de Tupac.