La experiencia de Ninfa Fuentes resalta una problemática alarmante en México: el acoso sexual y la violencia de género. Su historia ilustra el miedo constante que enfrentan muchas mujeres en su vida cotidiana, especialmente al utilizar servicios de transporte. El incidente con Claudia Sheinbaum, quien fue víctima de un manoseo, subrayó aún más la urgencia de abordar este tema y proteger los derechos de las mujeres.
La creación de un marco legal que penalice el acoso sexual en todos los estados mexicanos es un paso importante, pero también es fundamental contar con iniciativas comunitarias como AmorrAs, que ofrecen soluciones prácticas al proporcionar un medio de transporte seguro y un sistema de apoyo para las mujeres. Esta red autogestionada es un ejemplo de cómo las mujeres están tomando medidas proactivas para enfrentar estas amenazas y buscar un entorno más seguro.
La violencia de género y el acoso son problemas profundamente arraigados en la sociedad, y se requiere un esfuerzo conjunto entre las autoridades, la sociedad civil y las comunidades para crear un cambio significativo. La visibilidad de estas experiencias y la voluntad de denunciar son pasos cruciales hacia la construcción de un futuro más seguro para todas las mujeres.